miércoles, 31 de octubre de 2012

Vamos a "cepillarnos" la mente

Como padres, y casi desde el nacimiento de nuestro primer hijo nos obsesionamos con la higiene. Yo he aprendido que esto no es necesariamente sano, ni para ellos ni para nosotros. Pensamos que manteniendo a nuestros hijos casi estériles los protegemos de enfermedades, pero lo cierto es que la ciencia recién empieza a entender que el exceso de higiene puede ser mas perjudicial que beneficioso.

Pero en realidad no es de esto que quiero hablarles hoy. Lo que quiero plantear es que, al igual que exigimos a nuestros hijos (y a nosotros) cepillarnos los dientes luego de cada comida, y lavarnos las manos al llegar de la calle, deberíamos educarlos en la necesidad de cuidar su mente y hacer higiene preventiva de sus pensamientos.

Durante años he escuchado de la higiene mental y de la importancia de limitar los contenidos violentos que ven nuestros hijos. Pero ha sido solo recientemente que he comenzado a entender en profundidad la importancia de esta "prevención". Como parte de un proceso de crecimiento personal me he puesto "a dieta" mental. Ese régimen que no es mas que una toma de consciencia y de responsabilidad con relación a lo que dejo que llegue a mis pensamientos, me ha permitido darme cuenta de la cantidad de cosas negativas a la que sometemos a nuestra mente. Los mensajes negativos están alrededor de nosotros todo el tiempo: libros, comerciales, películas, frases, conversaciones, etc. etc. Incluso muchas veces en material que consideramos "seguro" como canciones o programas de comedia, están llenos de mensajes que distorsionan nuestro contacto con nosotros mismos. La mayoría de las veces no nos damos cuenta de que están allí, y los dejamos pasar. Pero cuando empezamos a vivir expandiendo nuestra conciencia, empezamos realmente escuchar lo que antes solo oíamos.

Al igual que en muchas otras áreas de la vida de nuestros hijos, es nuestra responsabilidad proteger a nuestros hijos de los mensajes que consideramos peligrosos para su salud mental. Yo particularmente tengo varones, así que me preocupo mucho por la violencia, no solo de los juegos de vídeo  sino en los cuentos y canciones infantiles. Pero hay muchos otros temas que son de igual importancia y relevancia: mensajes que les dan en el colegio, con las evaluaciones, en las clases de deportes, los abuelos, etc. Mensajes que tienen que ver con que el mundo es injusto, con que hay buenos y malos, con que hay que ganarse las cosas haciendo sacrificios, con que solo el mas fuerte sobrevive...

Te invito a escuchar con la mente abierta los mensajes que le da la vida (y tu) a tus hijos. A pensar acerca de lo que hay detrás de cada instrucción, y a conversar mucho, mucho, mucho. Obviamente no todos los mensajes pueden ser filtrados o controlados por los padres, pero conversando y discutiendo con nuestra familia acerca de ellos, les enseñamos a nuestros hijos a ser críticos con lo que creen, a preguntarse si realmente las cosas son de una manera u otra, y a que ellos mismos expandan su conciencia.

Y me encantaría que me contaras ¿que mensajes ocultos has encontrado en el entorno de tus hijos?

miércoles, 10 de octubre de 2012

Aprendiendo de la derrota.


En primer lugar, quiero pedirles disculpas por que este post cambia un poco la tónica habitual de mi blog. Normalmente me enfoco en mis hijos y experiencias que vivo con ellos. Pero sumida como estoy aún en las múltiples emociones del pasado fin de semana, por las elecciones presidenciales en Venezuela, no podía dejar de escribir sobre esto.

Me voy a tomar la libertad de compartir con Uds. el mensaje que le escribió mi sobrino a su mamá. El se llama Gustavo y es un maravilloso muchacho, lleno de vida y alegría, siempre con la sonrisa a flor de piel. Por primera vez en su vida, lleno de ilusión y esperanza, este fin de semana ejerció su derecho al voto, desde Alemania donde está estudiando. 


"Mami, te quería responder este mensaje en cuanto lo vi, pero de verdad decidí que no podía mas y trate de irme a dormir. No se si mucho de ustedes Venezolanos lo lograron, pero yo no he podido pegar ni un ojo. Calmarme, eso sí que lo he hecho pero aun falta.
En cuanto a tu mensaje, lastimosamente no estoy decaído, estoy tumbado. Ya veremos como el tiempo eventualmente ayuda a levantarme, pero ningún comentario de nadie y me de consolación tiene ese poder. 

Ese mensaje, esos números, la verdad tienen muy poco valor. Estaba claro que aumentaríamos, al igual que está claro que seguirá aumentando, pero con esos números lo único que haces es decirte a ti mismo "en las próximas llegaremos al número correcto, a lo suficiente para ganar". Con esa misma idea me he formado toda (disculpen la palabra) MI PUTA VIDA. 

Hablas de que el futuro es mío, y todo eso. Es cierto lo es, pero a mi modo de vista me congelaron y robaron 6 años de futuro, no solo mío sino de todos. Seis años más en la misma situación, seis años mas de desespero constante, incertidumbre de no saber que va a pasar. Si el día de mañana podré hablar con la misma gente y si todo ahí estará. Nadie se merece eso, no importa ideología ni opinión política, eso es un hecho.

Las palabras del Tío la verdad, que ni las entendí. Si no lo intentas por sea el motivo que sea, no tienes porque sentirte defraudado. Porque?? No hiciste nada al respecto pudiendo haberlo hecho. a demás yo personalmente no me siento defraudado en lo absoluto. Me siento impotente a pesar de haber votado, me siento triste por saber que tengo que ver a Venezuela seis años mas por ese mismo camino, me siento asqueado por la ignorancia de muchos. El país, Venezuela si sigue ahí y nadie lo borrara del mapa. Mi país, eso es una cosa totalmente diferente. Mi país fue en el que yo nací hace ya 19 años. El país en el cual vives no es ni la sombra de aquel y mucho menos la sombra de lo que puede ser y quiero que sea.

Ahora esto si va dedicado a ti directa y personalmente. Aprecio que me quieras consolar de cualquier modo pero no gracias. Yo te quiero, te aprecio, y te seguiré queriendo. Te deseo y deseare todo lo mejor en todos los aspecto para ti y todos a tu alrededor, pero de política o sobre MI país o el tuyo no quiero que hablemos. Espero que la próxima vez que vaya, quien sabe cuándo y por cual motivo, compartamos más que un solo día y que sean como cuando yo era pequeño.

Mami tu sabes que yo los adoro y como me dijiste tu por teléfono, seguirán haciendo lo mismo de siempre como si nada hubiera pasado. Yo como ya te dije también, no los quiero ahí, en medio de un peligro constante y un país que se les viene encima en todos los ámbitos. Lamentablemente yo sé que no es fácil. 

Los quiero demasiado a todos, y tú sabes cuánto los amo y adoro. Por favor cuídense demasiado y que nada les pase, porque no me lo perdono. Habrá que aguantar y echar pa' lante. 

PD: Escribo sin ánimos de consuelo, solo necesitaba desahogarme. Si tienen algo que decir sean precisos porque no quiero tema de discusión o desacuerdo. Esas palabra fueron simplemente lo que hoy Lunes 08/10/2012 a las 12:11PM hora de Alemania, salieron de mi mente y mañana será otro día."


Varias cosas me pasaron por la mente después de leer esto. En primer lugar una enorme tristeza de saber que un joven venezolano podía sentirse tan decepcionado del país, tan ajeno a su propia tierra. En segundo lugar la me llama la atención que el está convencido de que no tiene futuro, de que esa decisión le arrebata su felicidad.

Desde el punto de vista personal su escrito me hizo pensar en la importancia de que nuestros muchachos aprendan a manejar su vida desde el punto de vista emocional y a distinguir entre las circunstancias externas y la actitud con la cual las enfrentamos.

La verdad es que cuando obtenemos algo distinto a lo que deseábamos como resultado de nuestras acciones, es normal tener sentimientos de frustración, impotencia y tristeza. Pero cuando dejamos a un lado los juicios y entendemos que nada de lo que pasa es bueno o malo, y que todo puede ser para crecer, nuestra visión cambia. Se nos hace mucho más sencillo entonces aceptar y dejarlo fluir. Cuando entendemos que solo nosotros tenemos el control sobre cómo nos sentimos y como afrontamos nuestra realidad, entonces es mas sencillo salir de la tristeza y enfocarnos en emprender un nuevo camino. 

Por eso he insistido en volver a nosotros mismos la mirada en estos momentos y tratar de buscar soluciones, cambiar patrones, y asumir responsabilidades. Solo así podemos aprender las lecciones y seguir creciendo y andando hacia lo que queremos, sin juicios ni apegos.